Barrio de Panzi

Hoy vamos al barrio de Panzi,uno de los mayores barrios de chabolas situado sobe una de las colinas de Bukavu.Para llegar allí tenemos que cruzar el caótico centro de la ciudad.Tardaremos casi una hora.Las calles están a rebosar de gente que lleva y trae todo tipo de cosas.Cuando dejamos la avenida Lumumba que es una de las tres que estan "asfaltadas", las calles se convierten en un auténtico barrizal.Además de los puestos callejeros, vemos también muchos jóvenes sin hacer nada,apoyados en las paredes de unas minúsculas chabolas en cuya puerta se puede leer "bar".
Después de un largo y tortuoso camino llegamoa a nuestro destino.Un enjambre de niños se nos hacerca en cuanto nos bajamos del coche gritando "muzungu""muzungu" que quiere decir blanco.Hernán quiere seguir la historia de Bumilía,otra de las protagonistas de su documental.Atravesamos estrechas callejuelas entre las chabolas hechas de palos y barro.Al doblar una esquina,un niño de unos dos años nos mira y abre los ojos commo platos,de repente,rompe a llorar.Su madre y su hermana mayor corren a buscarlo riéndose.Hemos asustado al niño,nunca había visto un "muzungu",se ha quedado "flipao".
LLegamos por fin a casa de Bumilía,se alegra de ver otra vez a Hernán.La historia de Bumilía da "cosa" hasta contarla.Hace diez años,un grupo "hutu" proveniente de Ruanda
asaltó y arrasó su aldea.En la huída, con su bebé en brazos,dejó caer al niño,cuando quiso recuperarlo fue apresada por un grupo de hombres que la violaron uno tras otro.Nunca volvió a saber nada del niño.Los soldados,como trofeo de guerra, le cortaron los brazos.Fue entonces cuando se trasladó a Bukavu.Tiene cinco hijos,uno de ellos fruto de la violación y otros dos han muerto.Vive en una choza de unos 30metros sin luz ni agua.Hernán a conseguido alguna ayuda en España y pronto se podrá trasladar a un casa decente.
Es la una de la tarde y sale el sol por primera vez desde que llegamos,hace calor.Decidimos salir a la calle a buscar algo de beber.Esta vez no somos bien recibidos,un tipo nos grita por hacer fotos en la calle.Sulemani nustro fixer,trata de apaciguar los ánimos pero no sirve de nada.Cada vez hay más gente.Hernán muestra los permisos y acreditaciones pero ni siquiera le miran.La cosa se está calentando,toda la calle se vuelve hacia nosotros.Sulemani parece tranquilo y se ve capaz de controlarlo pero Hernán se pone nervioso y grita al conductor que traiga el coche.Nos vamos.
Hemos quedado en el hospital para ver al doctor que opera a las víctimas de agresiones sexuales.El tipo es un prepotente y nos hace esperar dos horas para decirnos que hasta mañana no podemos grabar.Mañana lo contaremos.