Arte de guerra

Este arte es hijo de la guerra.Así define su obra el pintor Qasim Sabti, uno de los artistas más internacionales de Iraq.Nos encontramos con él en un café, punto de encuentro de numerosos artistas que se reúnen para retomar su actividad después de la guerra.Cada vez se abren más salas como esta en todo Bagdad.El espacio hace además de sala de exposiciones.Subimos con Qasim a la segunda planta dónde se encuentra su estudio.A primera vista no parece más que un trastero lleno de libros viejos.Su actual forma de trabajar la determinó un hecho muy concreto.Durante la época de caos,un día de regreso a su casa se encontró con la biblioteca ardiendo"cuando vi los libros arder, vi morir un ser vivo""cuando asistes en directo a la muerte de un ser viviente,es como el reflejo de nuestra propia fragilidad y temporalidad""somos proyectos de muerte en movimiento".Qasim hace cuadros de collage con los restos de los libros quemados que rescató de aquella biblioteca.Es el único iraquí que ha expuesto en lo que él llama las tres ciudades santas del arte,Nueva york,París y Tokio.No espera mucho de éstas elecciones pero sí tiene claro que no quiere saber nada de los partidos religiosos.Votará por Iyad Alawi(ex-primer ministro)porque es el único dice, que no tiene un discurso sectario.



Los intelectuales iraquíes son muy pocos,son una gran minoría,no parecen suficientes como para propiciar un cambio real en la sociedad iraquí.Aún así todo el arte está renaciendo en Iraq.El teatro principal de Bagdad está poniendo en marcha cada vez más proyectos, avalados además por premios internacionales,sobre todo en el mundo árabe.
El sindicato de escritores está presidido por un cristiano, se llama Alfred Samand,premio nacional de literatura.Es un hombre de 82 años de aspecto entrañable que nos recibe en su humilde despacho del sindicato.Vinculado al partido comunista,en cuanto le decimos que somos españoles, nos cuenta que el fundador del partido comunista en Iraq murió en la guerra civil española luchando contra Franco.Los escritores,como los demás artistas,no tienen problemas sectarios ni étnicos,incluso admiten a escritores del antiguo régimen.Su principal reivindicación es la toma de medidas progresistas que modernicen la sociedad iraquí.
Cuando nos vamos nos regala un ejemplar firmado de su último libro de poesía.El libro termina así,"tranquilidad,el caos de los cuchillos y el humo no os deja ver las palabras de amor"