Candidatos

Primer día de curro en serio. Los iraquíes se lo toman con calma, hasta las once no están a pleno rendimiento. Hemos estado en la calle Rasheed, la vía comercial más famosa de la ciudad. Como otras 70 calles de la ciudad está cortada al tráfico, hace seis meses comenzaron a retirar los muros de hormigón desperdigados por toda la ciudad pero los recientes atentados de hace un mes y la proximidad de las elecciones han hecho que vuelvan a colocarlos. Todo el mundo está esperando un “pelotazo”.La visita a la calle Rasheed nos ha servido para confirmar que la economía del país está parada. Como cualquier zoco de oriente, las callejuelas en torno a la vía principal están rebosar de gente, pero muy pocos compran. Más del 90% de los productos son de importación, aquí no se produce nada. Es un negocio redondo, primero destruyes un país y luego le vendes de todo. Hablamos con un comerciante de artesanía que lleva aquí más de 40 años. Vivía del turismo, ahora ya no se acuerda de la última vez que vendió un souvenir. Lo único que siempre está lleno son las teterías… bueno las teterías y las imprentas que no dan a basto,con la cantidad de carteles que están montando para tanto candidato. Ellos piden elecciones todos los años. Nos tomamos uno antes de reunirnos con el vicealcalde de Bagdad que nos ha concedido una entrevista. Las penurias de la población hace que Bagdad tenga un problema de “ocupación” y de viviendas ilegales. El vicealcalde no nos da cifras de los edificios que hay ocupados en la ciudad pero se esmera mucho en explicarnos su plan de vivienda para los próximos años que contempla la construcción de más de 200.000 viviendas, eso sí, por empresas extranjeras .En el hall del edificio hay una maqueta que muestra lo “bonito” que va a quedar. De los continuos cortes de luz y problemas con el suministro de agua no sabe nada, eso es competencia del ministerio de turno, nos dice.





Por problemas de seguridad no hay mítinnes, como mucho alguna reunión en sitios cerrados. Asistimos al de Armin Almufti, una mujer que trabajó para la CNN y que goza de cierta popularidad. En un local de té inagura una exposición de fotografía sobre la situación de pobreza que atraviesan los iraquíes nos cuenta. No habrá más de 30 asistentes, casi todos chicas estudiantes de bellas artes y algunos periodistas. Se presenta por una de las coaliciones laicas que concurren a las elecciones. No tiene ninguna posibilidad



Foto:Mikel Ayestarán

Por la tarde nos reunimos con Saleh al Mutlaq presidente de del Partido Unido Iraquí. Es uno de los más de 500 candidatos excluidos de las elecciones por la Comisión de paz y justicia. Esta comisión se creó para ilegalizar todo aquello que tuviera relación con el partido Baaz. Al frente está Ahmed Challabi, de confesión chiita, un siniestro personaje licenciado en Masssachustes que vivía exiliado en EEUU durante el régimen de Sadam y que fue uno de los principales instigadores de la invasión acusando a Iraq de poseer las famosas armas de destrucción masiva. Convenció después a Paul Bremer(el virrey puesto por los americanos) para desmontar toda la infraestructura vinculada del partido Baaz a todos los niveles(el principal error de la gestión post-invasión y reconocido por el propio gobierno americano) Hoy es acusado de proiraní por los estadounidenses.
Al Mutlaq nos recibe en una especie de palacete en uno de los barrios sunis de la ciudad. De aspecto tranquilo y moderado, niega cualquier vinculación con el partido Bazz pero admite tener contacto con los bazzistas en el exilio .Se dedica como empresario al sector de la alimentación y presume de producir en sus granjas un tercio de la verdura que consumen los iraquies. Lo que no dice es que esas granjas le fueron adjudicadas de una forma un tanto oscura por la familia de Sadam Hussein.Acusa al gobierno de sectario y títere de Iran. Exige a la comunidad internacional presiones que garanticen una auténtica democracia. Dice que estos son los peores momentos en la historia política del país. Teme por su seguridad cuando pierda su condición de diputado y asegura no saber si podrá quedarse después de las elecciones o tendrá que exiliarse. Cuando Mikel le pregunta por los posibles brotes de violencia después de estas elecciones “amañadas” según él, simplemente se encoje de hombros.